La atención sanitaria no debería causar daños a nadie. A pesar de ello, solo en los países de ingresos medianos y bajos, cada minuto mueren al menos cinco personas como consecuencia de fallos en la seguridad del paciente. Todos podemos hacer algo para salvar esas vidas. Únase a nuestro compromiso por la seguridad del paciente. Alcemos la voz por la seguridad del paciente.