La descripción más antigua que se conoce del cáncer la encontramos en el papiro de Edwin Smith del antiguo Egipto cerca de 1600 años antes de Cristo. La medicina prehispánica reconocía, clasificaba y trataba tumores.
Al inicio del siglo XX el cancer era casi siempre mortal, no había tratamientos efectivos y solo se contemplaba la paliación. Actualmente la mayoría de los cánceres son controlables y hasta curables, cuando se detectan de manera oportuna.