Oriol Renter tiene 65 años y es un ex-fumador diagnosticado de EPOC. El último cigarrillo lo fumó justo cuando entraba en quirófano parapara ser operado de un tumor no maligno en el pulmón. Necesita oxígeno las 24 horas del día.
Actualmente es disciplinado con el tratamiento y su vida ha cambiado completamente, con limitaciones físicas especialmente en los desplazamientos. Y se ha convertido en «un activista» que lucha con el tabaco y que dedica parte de su tiempo a ir a los institutos a contar su experiencia a los jóvenes.