Este película narra la vida cotidiana de un médico de pueblo que atiende todo tipo de enfermedades y consultas, incluso psicológicas. Se enfrenta a diario al sufrimiento, a la angustia, a la violencia de las relaciones humanas y, en definitiva, a todo lo que le pone enfermo. Él es la contención de la gente que vive allí. Pero su compasión ante el sufrimiento, su rebeldía contra la arrogancia del saber médico y el sentimiento de su propia insuficiencia, sólo tiene un colega de más edad a quien le deriva algunos pacientes, van enfermando en secreto al doctor Sachs (Albert Dupontel) que no tiene tiempo para vivir. El retrato del médico se va perfilando a través del esbozo que de él van haciendo los pacientes: él nunca afirma nada, sólo escucha y son las voces de sus pacientes las que, como en un espejo, van componiendo un mosaico con los fragmentos de su vida que nos irán revelando su historia entretegida alrededor de la consulta médica.